30 abril, 2023

Soñando con Trilobites

Los Trilobites son una clase de artrópodos marinos que aparecieron en el período Cámbrico, hace unos 540 millones de años. Estas fascinantes y extrañas criaturas de aspecto acorazado prosperaron en los océanos terrestres durante la friolera de 270 millones de años. Pero hace unos 252 millones de años, después de sobrevivir incluso a dos extinciones masivas, los Trilobites desaparecieron del registro fósil. ¿Qué acabó finalmente con estos resistentes habitantes del fondo marino?

La desaparición de los Trilobites coincidió con la extinción del Pérmico-Triásico, el tercer evento de extinción masiva y el más devastador. Una serie de erupciones volcánicas en lo que hoy sería Siberia expulsaron enormes cantidades de lava y cenizas durante unos 2 millones de años. Estas violentas erupciones enviaron billones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, provocando el calentamiento global y la acidificación de los océanos. Hasta el 95% de las especies marinas sucumbieron a la catástrofe de finales del Pérmico. Los Trilobites, que ya habían comenzado una espiral descendente tras los anteriores eventos de extinción masiva, no pudieron resistir las nuevas condiciones provocadas por las enormes erupciones volcánicas.

Sin embargo, estas resistentes criaturas del fondo marino han inspirado a un buen número de diseñadores para desarrollar productos fascinantes y únicos. El Electrolux Trilobite fue una aspiradora robótica fabricada por la corporación sueca Electrolux. El prototipo del aparato fué presentado en el programa de televisión de la BBC Tomorrow's World en 1996. Perfeccionado en las instalaciones de desarrollo de Electrolux en Suecia y lanzado al mercado en el año 2001, este innovador producto incorporaba una aspiradora y un cepillo giratorio extraible.

Si bien no fue la primera aspiradora robótica para el hogar, Trilobite representó un salto importante en la tecnología robótica. Mientras que otras aspiradoras semiautónomas pequeñas se movían aleatoriamente por la habitación, Trilobite usaba ultrasonidos para detectar obstáculos y evitarlos. Al igual que un murciélago, el Trilobite emitía vibraciones ultrasónicas para crear un mapa de la habitación y recordarlo para futuras limpiezas. Su poder de procesamiento es lo que destacaba el perfil de Trilobite sobre la competencia, cuyos robots aspiradores solo reaccionaban ante una situación, como chocar contra un mueble, y no almacenaban datos en su memoria. A partir del modelo Mark 2, Trilobite incorporó también un sensor infrarrojo para detectar cambios en la elevación del suelo y evitar caidas por las escaleras.

Pero Electrolux Trilobite no ha sido el único desarrollo inspirado en estos fabulosos artrópodos marinos. Un estudio aparecido en el año 2022 en la prestigiosa revista Nature anunciaba la creación de una cámara inspirada en los ojos bifocales de uno de los primeros Trilobites. Dalmanitina socialis poseía un sistema visual único con ojos compuestos por dos unidades de lentes ópticamente homogéneas de diferentes índices de refracción. Como resultado, cada ojo podía enfocar simultáneamente objetos cercanos -como presas flotantes- y objetos distantes -como eventuales enemigos que pudieran acercarse-. El estudio de este complejo sistema de visión ha permitido a los investigadores concebir una cámara con una lente bifocal con una profundidad de campo sin precedentes. La cámara, que puede tomar imágenes simultáneamente de objetos tan cercanos como 3 centímetros y tan lejanos como 1,7 kilómetros, promete revolucionar los futuros sistemas de imágenes de alta resolución.

Janine M. Benyus acuñó el término Biomimética para describir el diseño inspirado intencionalmente en la naturaleza para resolver problemas humanos. En su influyente libro Biomimicry: Innovation Inspired by Nature (1997), desarrollaba la tesis básica de que los seres humanos deben emular conscientemente el genio de la naturaleza en sus diseños. Bajo el lema «¿Qué haría la naturaleza?», Benyus anima a la gente a estudiar formas, procesos y sistemas naturales para observar qué funciona y qué perdura en el tiempo.

Si bien Benyus sostenía que «después de 3.800 millones de años de investigación y desarrollo, los fracasos son fósiles, y lo que nos rodea es el secreto de la supervivencia», parece erróneo calificar de fracaso evolutivo a una clase de artrópodos que prosperó en los océanos de nuestro planeta durante 270 millones de años. Basta recordar humildemente que la antigüedad del género Homo se estima en tan solo 2,5 millones de años.

Los Trilobites no son fracasos, sino unos extraordinarios y resilientes organismos que pueden promover la creatividad, construir nuevas narraciones fascinantes y memorables, e impulsar la pertenencia a un mundo que evoluciona hacia una diversidad, elegancia, belleza, interrelación y autoconciencia cada vez mayores.

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