03 abril, 2022

Elasmotherium kyivensis

El elasmotherium es una especie extinta de mamífero perteneciente a la familia de los actuales rinocerontes. Habitó hasta finales del Pleistoceno en las estepas de lo que hoy es el sur de Rusia, Ucrania y Moldavia, donde se alimentaba de vegetación de bajo crecimiento. Algunos especialistas afirman que pudo ser el origen de la leyenda del mítico unicornio, pues tenía un solo cuerno de hasta dos metros de largo, puntiagudo y excepcionalmente grueso. Debido a ello, también recibe el nombre de unicornio gigante o unicornio siberiano.

Inspirados en este prodigioso animal, que ha dado lugar a múltiples criaturas mitológicas del folclore ruso, sueco, persa o chino, hemos diseñado Elasmotherium kyivensis, un balancín bicolor que puede utilizarse tanto en espacios físicos tangibles como en cualquier entorno virtual 3D compartido, como elemento de interacción y juego.

El caballito balancín tiene una historia muy antigua y refleja la fantasía de los niños de cabalgar a lomos de veloces, poderosos o simpáticos animales para vivir increíbles aventuras. Los balancines acompañan el juego de los más pequeños desde hace más de cinco siglos, e incluso ahora son uno de los juguetes más simples y amados de la historia. Fascinados por estos elementos que te transportan a otros mundos, diseñadores mundialmente reconocidos han diseñado caballitos o unicornios sorprendentes e imaginativos.

Sin embargo, la propuesta presentada por Sugaar Studio pretende concienciar a los humanos sobre la fragilidad de nuestro entorno natural. El poderoso e increíble cuerno del elasmotherium es un homenaje a todos los organismos que ya no habitan este maravilloso planeta. Es necesario recordar que los cazadores furtivos matan al menos un rinoceronte cada día. Sus cuernos son muy codiciados en el mercado negro debido a la irresponsable creencia de que tienen propiedades afrodisíacas y medicinales. Valen incluso más que el oro.

Elasmotherium es un balancín infantil inspirado en una especie extinguida para denunciar la persecución absurda de toda una familia de especies que se encuentran amenazadas o en serio peligro de extinción. Basta recordar que el 19 de marzo de 2018 murió Sudán, el último ejemplar macho de rinoceronte blanco del norte (Ceratotherium simum cottoni). Ahora tan solo quedan dos en el mundo, y ambos son hembras. Como resultado, esta subespecie ya no puede reproducirse naturalmente y la extinción parece inevitable. En el pasado hubo hasta 250 tipos distintos de rinocerontes, aunque hoy en día apenas han sobrevivido cinco.

El acabado en oro de la pieza pretende enfatizar la idea de que debemos transformar radical y urgentemente nuestra relación con el planeta. Necesitamos abandonar nuestra fe ciega en el poder y el crecimiento económico para reconocer que sólo tenemos una vida, y que ese breve parpadeo es un fragmento inseparable del viaje evolutivo del planeta del que todos formamos parte.

El epíteto Kyivensis es un homenaje a la resistencia del pueblo ucraniano, bautizando a este sorprendente balancín con el nombre de la capital del país invadido. Donde ahora podemos ver carros de combate y vehículos armados con misiles, que siembran el terror y la muerte, hace 40.000 años pastaban los elasmotherium.

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