En el cielo nocturno de Shanghai, orlado de neones, uno tiene siempre la sensación de que de un momento a otro va a aparecer uno de esos inmensos navíos estelares, anunciando sobre enormes pantallas las oportunidades de la vida en las colonias exteriores de la galaxia, más allá de las puertas de Tannhäuser. Con la conciencia alterada por el insomnio del jet-lag y por el potente zumbido que emite el tráfico de la ciudad, pródigo en el uso del claxon, casi parece que alguno de los comensales del cosmopolita M on the bund pudiera ser un alto ejecutivo -más humano que los humanos- de la Tyrell Corporation. Más tarde, mientras atléticos camareros prenden fuego a un líquido inflamable sobre el mostrador del Bar Rouge, a la vez que hacen malabares con botellas y cocteleras, uno tiene ya la convicción de que alguno de los personajes que se mueven con el trepidante ritmo del local es definitivamente un replicante Nexus-6 a punto de ser retirado por el ex- blade runner Rick Deckard.
Shanghai... Si en alguna ciudad pudo inspirarse Ridley Scott para soñar con ovejas eléctricas, ésta es Shanghai. A pesar de que la película Blade Runner se localiza en Los Ángeles en el año 2019, en cualquier lugar de la ciudad asiática podría tener su taller Chew, el diseñador genético de ojos, y en las esquinas donde confluyen el lujo y la ostentación con la suciedad y la pobreza podrías cruzarte fácilmente con J. F. Sebastian, que vuelve a casa para diseñar un nuevo juguete biomecánico.
En el Museo de Ciencia y Tecnología de Shanghai la robótica y la genética ocupan, por supuesto, lugares destacados,... pero también el diseño. La exposición "The Cradle of Designers", que ocupa un área de 800 metros cuadrados en la planta baja del museo, anima a los visitantes a mostrar su talento como diseñadores. "Aquí los visitantes pueden participar en actividades básicas de diseño y fabricación -se lee en la presentación de la muestra- incluyendo CAD, CAM, mecanizado laser y prototipado rápido. A traves de la participación, los visitantes pueden experimentar que las ideas de diseño existen en todas partes y que todos podemos ser diseñadores."
El objetivo de la exposición es claro. China entiende que necesita diseño y que debe formar un número importante de diseñadores en los próximos años. La muestra trata de acercar el diseño a los jóvenes escolares desde un enfoque instrumental, más próximo a la mentalidad de la empresa china: CAD, prototipado rápido, robots de montaje, líneas de fabricación asistidas por ordenador,... El diseño explicado desde sus herramientas, entendido como habilidad para manejar un software determinado y como capacidad para adquirir destrezas instrumentales. Diseño, en definitiva, como producción. Sin duda una estrategia muy acertada en el marco en que se desarrolla.
Mientras, en muchos países europeos -entre ellos España- ni siquiera existe el Diseño como Formación Universitaria Superior. ¿Por qué iban entonces los Museos Europeos de Ciencia y Tecnología a incluir el Diseño en sus exposiciones?
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