Sus maravillosas y cuidadas fotografías de plantas y flores sirvieron de inspiración a los diseñadores industriales de la Bauhaus. Hablamos del fotógrafo y escultor alemán Karl Blossfeldt (1865-1932).
Karl Blossfeldt, nacido en la ciudad alemana de Schielo en 1865, nunca se formó como fotógrafo, pero se hizo conocido por realizar sorprendentes imágenes ampliadas de plantas que influyeron en muchos artistas y diseñadores de principios del siglo XX.
Blossfeldt comenzó su carrera artística como escultor en la fundición de arte Carlswerk en Mägdesprung im Harz. A los 19 años, con la ayuda de una beca, inició estudios de dibujo en el Museo de Artes Aplicadas de Berlín. Sin embargo, su pasión siempre fue la fotografía.
Tras graduarse, participó en el proyecto del profesor Moritz Meurer para producir material didáctico para el diseño ornamental. Con un grupo de estudiantes viajó por el Mediterráneo, recogiendo muestras botánicas para construir un archivo de formas naturales.
A pesar de que Blossfeldt no tenía formación fotográfica y utilizaba cámaras caseras, capturó imágenes increíblemente detalladas. Sus primeras fotografías aparecieron posteriormente en las publicaciones de Meurer, que ganaron popularidad debido a su estilo artístico único.
En 1898, Blossfeldt regresó a Berlín y comenzó a enseñar como asistente en el Museo de Artes Decorativas. Durante las siguientes tres décadas, vio su enorme archivo fotográfico botánico como material didáctico, y no como un logro artístico independiente.
Blossfeldt no obtenía el material vegetal de floristas de Berlín, sino que lo recogía él mismo de “lugares proletarios”, como caminos de campo y terraplenes de ferrocarril. No fue hasta 1921 que fue nombrado profesor titular en el Instituto del Museo de Artes Decorativas.
En 1926, el galerista Karl Nierendorf montó una exposición de fotografías de Blossfeldt, combinadas con esculturas africanas, en su Galería Neumann-Nierendorf. Dos años más tarde, publicó una monografía del trabajo de Blossfeldt, titulada 'Urformen der Kunst' (Formas de arte en la naturaleza).
Para Blossfeldt fotografiar era explorar. «Si le doy a alguien una cola de caballo, no tendrá dificultad en hacer una ampliación fotográfica; cualquiera puede hacerla. Pero observarla, notar y descubrir sus formas, es algo que sólo unos pocos son capaces de hacer», escribió.
Blossfeldt estuvo asociado con el movimiento Neue Sachlichkeit, o Nueva Objetividad. Estos artistas buscaron representar las cosas con una estricta precisión objetiva, como un medio que permitiera reproducir la forma exacta de los objetos y favorecer así su inventario.
Walter Benjamin negó que la Nueva Objetividad perteneciera a las artes visuales. A través de su representación de las cosas, no daría al espectador ningún margen de interpretación y, por lo tanto, marginaría la adquisición de conocimiento.
Sin embargo, las imágenes objetivas y finamente detalladas de Blossfeldt fueron elogiadas por Walter Benjamin, quien declaró que Blossfeldt «ha desempeñado su papel en ese gran examen del inventario de la percepción, que tendrá un efecto imprevisible en nuestra concepción del mundo».
Para capturar los intrincados detalles de sus plantas, Blossfeldt desarrolló una serie de lentes caseras que le permitieron ampliar sus plantas treinta veces, produciendo detalles sin precedentes. Esta técnica impulsó su interés en los patrones repetitivos de la naturaleza.
En 1929, a la edad de 63 años, sus fotografías comenzaron a recibir reconocimiento por su valor artístico. Su obra apareció en dos exposiciones muy significativas, Fotografie der Gegenwart y Film und Foto, junto a obras de Alexander Rodchenko, Edward Weston y Florence Henri.
Ese mismo año, llamó la atención de los surrealistas gracias a su inclusión en la revista Documents del filósofo e intelectual francés Georges Bataille. Los surrealistas valoraban el carácter paradójico y engañoso de un aparente registro fiel y objetivo de la realidad.
El pintor y diseñador Jan Thorn-Prikker (1868-1932) dijo sobre las fotografías de Blossfeldt: «Nada de lo que se ve es sólo lo que se ve. Todo es, al mismo tiempo, otra cosa. Ese mecanismo forma parte de la magia ensoñadora de estas fotografías. Son una escuela de la visión.»
Blossfeldt influyó en artistas de la talla de Wassily Kandinsky, quien tenía un par de ejemplares de Urformen der Kunst en su biblioteca. El comentario del profesor de la Bauhaus fue rotundo: «Nadie antes de Blossfeldt había fotografiado así la naturaleza».
Casi cien años después de su muerte, Blossfeldt continúa recibiendo elogios. ¿Por qué son tan atrayentes sus fotografías? Quizá porque se trata de sujetos que amaba profundamente, que le intrigaban y que admiraba. Blossfeldt veía lo que otros preferían ignorar.
Hoy en día, las imágenes nítidas y detalladas de Blossfeldt siguen inspirando a fotógrafos, diseñadores y artistas. Su obra es parte de las colecciones de un gran número de instituciones y museos. Aún queda mucho que aprender de las enigmáticas fotografías de este pionero.
Los valores escultóricos y conceptuales que Blossfeldt supo destacar aportaron una nueva visión de la naturaleza. Su extraordinaria capacidad para revelar la geometría natural y la belleza de las flores silvestres ha fascinado también a empresas tan importantes como Loewe.
Desde el lanzamiento de su primera fragancia en 1972, el vínculo de Loewe con la botánica ha sido evidente. En 2016 presentó el perfume LOEWE 001 con un envase que mostraba las fotografías de Blossfeldt, una metáfora visual perfecta para sus fragancias de ingredientes naturales.
En 2019 El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acogió un proyecto expositivo de LOEWE Perfumes sobre su fiel apuesta por el fotógrafo Karl Blossfeldt y su naturaleza llena de emoción y de vanguardia. Una muestra exquisita de 40 fotografías que formaban parte de Urformen der Kunst.
Como el mismo Blossfeldt señalara: «Mis documentos botánicos deben contribuir a restablecer el vínculo con la naturaleza. Deben despertar el sentido de la naturaleza, señalar su riqueza de formas e incitar al espectador a observar por sí mismo el mundo vegetal que le rodea».
Así concluimos este largo hilo sobre Karl Blossfeldt (1865-1932), un fotógrafo visionario que estaba profundamente convencido de que la naturaleza es nuestra mejor maestra, tanto en el mundo del arte como en el ámbito de la ciencia ¡Muchas gracias!
Este artículo fue publicado originalmente a partir del pasado 18 de mayo en la red X con motivo de la celebración del Día Internacional de la Fascinación por las Plantas. Ahora he reunido las entradas originales en un único artículo con el fin de que pueda ser más fácilmente accesible para todos. Espero que os parezca interesante e inspirador.