¿Se pueden medir las emociones?
En el Instituto de Biomecánica de Valencia no sólamente creen que sí, sino que "La Ingeniería Emocional permite orientar de forma fiable el diseño de un producto de acuerdo a las percepciones, nivel de satisfacción y necesidades del usuario/consumidor garantizando el éxito del producto."
He aquí finalmente la piedra filosofal, la varita mágica que va a garantizar el éxito de cualquier producto. Basta seguir una precisa metodología de trabajo para que se acabe la incertidumbre ante el lanzamiento de un nuevo producto al mercado. Superventas aseguradas. Olvídate de los grupos de enfoque, de los estudios etnográficos, de la ingeniería Kansei y demás herramientas y decídete por fin por la Ingeniería Emocional. Cientos de productos de éxito te esperan...
Si quieres más información, visita la exposición Emociona, "una experiencia que permitirá al visitante participar en una exhibición experimental, concebida para medir las emociones que provocan las formas, colores y texturas que constituyen el entorno que nos rodea". "Una excelente oportunidad para dar a conocer el estado del campo de la Ingeniería Emocional".
Y todas las empresas europeas sin enterarse. ¡Una lástima!
Atención, no confundir la Ingeniería Emocional con "Emotional Design", el último libro de Donald A. Norman, "The Guru of Workable Technology" (Newsweek). En su empresa, Nielsen Norman Group, a pesar de sus elevados honorarios, no garantizan nada. Me temo que saben que el mundo empresarial es extremadamente complejo y está sujeto al azar y a la contingencia.
Lo que verdaderamente es una lástima es que un organismo tan prestigioso como el Instituto de Biomecánica de Valencia publique declaraciones propias de un espacio de televenta. Lamentable.
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